Unos pocos amigos, jóvenes aficionados a la cultura audiovisual, fundaron en Elda en 1999 la Asociación Audiovisual Arrebufo. Desde entonces han ido creciendo poco a poco, han producido diversos cortometrajes amateur en vídeo y acaban de celebrar la sexta edición de su Muestra de Cortometrajes “Cortos de aquí”.
Estos chicos disfrutan viendo y haciendo películas o cualquier otro tipo de trabajo audiovisual. Rodar en cine, por su alto coste, es algo que ya llegará, si llega, pero sus trabajos en vídeo profesional tienen una factura técnica muy bien cuidada, y desde luego creatividad. Sus cortos suelen gustar mucho. Algunos de estos jóvenes han estudiado Imagen y Sonido, o realizan de cuando en cuando algún curso de guión, dirección o cualquier otra faceta. Algunos, asimismo, trabajan en televisiones o productoras locales de la comarca, lo que les permite un mejor acceso a los equipos técnicos necesarios para sus películas. Entre esto y la ayuda de amigos, conocidos e incluso desconocidos dispuestos a colaborar, consiguen que sus cortometrajes se acerquen al presupuesto cero, aunque nadie lo diría al ver una de sus producciones. Otros “chicos arrebufo” no han tenido ningún contacto -a nivel de estudios o laboral -con el mundo audiovisual, simplemente les gusta este mundillo, que al fin y al cabo es lo importante. Aunque son muy trabajadores, a casi ninguno le hace gracia dedicar a la burocracia el poco tiempo libre que les dejan sus trabajos, así que confiesan que no siempre es fácil encontrar algunos miembros de la asociación dispuestos a “tirar del carro” de Arrebufo, al menos en el aspecto administrativo. Los responsables municipales con los que han tratado les han dedicado nuemerosos piropos, incluido que “son una panda de despistaos cortados por el mismo patrón”. Ellos se lo toman con mucho humor, como casi todo.
"Cortos de aquí"
El marco ideal (y casi por no decir el único) para poder ver los cortometrajes que se hacen en nuestra comarca, incluidos los de Arrebufo, es la muestra Cortos de Aquí , que también nos ofrece un escaparate del mundo del cortometraje en vídeo en toda España. Para los que no conocen este mundillo, sorprende ver la cantidad de jóvenes y no tan jóvenes que dan rienda suelta a su creatividad a través del cortometraje, que sigue siendo, en este mundo tan audiovisual en que vivimos, un absoluto desconocido para el gran público.
“¿Quién lo diría? Nadie daba un duro por nosotros pero ya vamos por la sexta edición y cada vez somos más los ‘perlas'a los que nos gusta esto del vídeo. Gracias a todos los que nos habéis apoyado durante estos años” Así rezaba la presentación de las bases de la última edición de ”Cortos de aquí”, toda una declaración de intenciones y de forma de ser. Esta muestra de cortometrajes en vídeo nació en el año 2000 con la intención de que la gente de nuestra comarca que utilizaba el vídeo como muestra de expresión tuviese una oportunidad de mostrar y ver reconocido su trabajo por e público, a la vez que se facilitaba un punto de encuentro entre todos ellos. Al público, de paso, se le ofrecía una pequeña pero interesante alternativa cultural. En la primera edición solo se admitían trabajos realizados por personas de la comarca, a partir del año siguiente ya se crearon dos secciones: la original “Cortos de Aquí” y una segunda llamada “Cortos de allí” para trabajos llegados desde el resto de España. Los tres primeros años tuvo lugar en julio, desde la cuarta edición se trasladó a noviembre, coincidiendo con la Semana de Cine que organiza la Concejalía de Cultura -aunque es probable que en próximas ediciones vuelva al mes de junio. La convocatoria para la recepción de cortometrajes siempre se hace pública unos meses antes. Tras varias ediciones en las que el público abarrotó las butacas y pasillos del salón de actos de la Casa de Cultura, la muestra se trasladó al Teatro Castelar, y se organiza en dos jornadas de proyecciones, que suelen durar alrededor de hora y media cada una, una con los llamados “Cortos de allí”, en las que suele haber una respuesta de público bastante buena, y otra con los “Cortos de aquí” propiamente dichos, que suele registrar un lleno casi absoluto. Esto contrasta con otros certámenes de cortometrajes en otros lugares, que suelen tener un a afluencia de público mucho menor a pesar de contar con un presupuesto espectacular al lado del modesto certamen eldense. Un aspecto que le confiere un encanto especial a esta muestra es que el público asistente vota al final de cada jornada al trabajo que más le haya gustado de cada categoría. Todos los participantes reciben además un pequeño recuerdo. El ganador de cada sección recibe un premio en metálico. Además, la Escuela Europea para la Comunicación y las Artes Audiovisuales de Alicante, otorga en los últimos años un premio consistente en un curso gratuito de guión a uno de los participantes. Las Concejalías de Cultura y Juventud del Ayuntamiento de Elda colaboran asimismo con esta muestra. Los jóvenes de Arrebufo siempre se han planteado Cortos de aquí ante todo como una muestra y no como un concurso, y ven el premio otorgado por el público como un aliciente más. Pero el excesivo afán competitivo de algunos participantes, que no de la mayoría, les ha hecho plantearse -de momento sólo plantearse- la posibilidad de eliminar los premios. Además, procuran que en la sección “Cortos de aquí” cada persona del público vote al trabajo que más le haya gustado y no al de su amigo o su primo, cuando lo hay, pero saben que esto en algunos casos es muy difícil. De todas formas hay tal cantidad de público que el más votado es siempre el que más ha gustado y no el que más simpatizantes ha llevado. En la última edición se ha intentado mejorar aspectos como aumentar la dotación de los premios o invitar a Elda a los autores foráneos de los cortos seleccionados, además de algo que consideran muy importante: realizar un encuentro entre todos los participantes, que supone, entre otras cosas, un interesante intercambios de ideas y experiencias.
El éxito de público, la cantidad y calidad de trabajos proyectados y el “buen rollo” reinante en las jornadas de la muestra ha sido recogido en diversas ocasiones por los medios de comunicación locales y provinciales.
Los chicos de Arrebufo se muestran muy satisfechos del éxito de la Muestra, y siguen planteándose diversas mejoras pero no quieren que en ningún caso pierda su carácter familiar y amateur. Lo cierto es que ni si quiera ellos esperaban que hubiese suficiente cantidad de trabajos de la comarca para completar un pase con “Cortos de aquí” en cada edición, pero los hay. Tantos que, a veces, con “mucho dolor de corazón” alguno de los trabajos se ha quedado fuera. No quieren que eso vuelva a pasar en la sección comarcal, pues lo principal es que todo el mundo pueda mostrar su obra. En la sección nacional, un comité selecciona con toda normalidad los mejores trabajos de entre los llegados de toda España. Al tratarse de una muestra amateur, sólo se admiten trabajos en vídeo y no en cine (salvo en Super 8) y a la hora de seleccionar se tienen en cuenta numerosos aspectos, sin dar más importancia de la que merece a la calidad técnica. Una vez proyectados, es el público el que decide con su propio criterio.
Si de algo se sienten particularmente satisfechos los miembros de la Asociación Arrebufo es de haber contribuido a incentivar la creación audiovisual en el valle, a que algunos que no acababan de decidirse se hayan decidido por fin a coger una cámara y contar su historia, a que otros, estimulados por los cortos que ven en loa muestra, se animen a crear su pequeña obra. Aunque desde luego el mayor mérito, insisten, es para todas aquellas personas que, sin tener ningún medio, consiguen sacar adelante su pequeña obra audiovisual.
En Cortos de aquí se pueden ver desde videoclips hasta obras de videocreación o documentales, y también películas de animación. Predominan, eso sí, los cortometrajes de ficción, de géneros y estilos tan variopintos como sus autores, y algunas obras bastante experimentales, algo inherente al cortometraje casi por definición. Hay para todos lis gustos, con una calidad desigual pero en general bastante digna, y algunos de estos cortometrajes son realmente frescos, sorprendentes y estimulantes, ya los remita un abuelete o un grupo de chavales de primaria, aunque lo habitual es que los autores sean gente joven. Cualquiera que se acerque a visionar los pases de "Cortos de aquí” tiene casi asegurado pasar un buen rato y se encontrará con un equilibrio más o menos conseguido entre humor, drama, sorpresa, experimentación, etc., primando en la mayoría de los cortos el entretenimiento y sobre todo las ganas de contar una historia a través de este particular medio de expresión.
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